La nube está cambiando la manera en que los editores de software (proveedores de software independientes) obtienen beneficios económicos de sus ofertas. Actualmente hay un creciente volumen de trabajo en transición de la implementación local a la nube. Hay dos factores que impulsan esta transición: lo que los clientes o la competencia dictan y la necesidad que tienen los proveedores de software independientes de ampliar su campo de acción a nuevos segmentos. Como resultado de ello, cada vez más proveedores de software independientes realizan la inevitable transición a la nube. No obstante todas sus ventajas, la nube también trae consigo los desafíos de imposición y cumplimiento. Si no se administra de manera adecuada, podría conducir a una pérdida significativa de ingresos y al aumento de costes. La virtualización, que es la tecnología subyacente detrás de la nube, facilita la clonación de imágenes de máquinas que contienen software licenciado. La clonación, sea intencional o impulsado por intenciones maliciosas, crea el riesgo de incumplimiento y de pérdida de ingresos. Causa problemas tanto a proveedores de software independientes como a empresas, ya que el seguimiento y la imposición de cumplimiento se hacen costosos. Si un cliente no se ajusta a las normas de cumplimiento de licenciamiento de software, corre el riesgo de verse sujeto a sanciones. La raíz del problema es que la licencia reside en una imagen de una máquina, que se puede clonar y que es difícil de seguir. Tradicionalmente, los proveedores de software independientes han adoptado un enfoque de «detectar y denegar», que evita la ejecución del software en entornos virtuales. Esto por supuesto impide la transición de empresas a la nube y se considera un obstáculo para la adopción de la nube. Recientemente se han desarrollado soluciones de licenciamiento en la nube, que eliminan este problema al transferir la licencia del administrador de licencias, de la máquina local o de la red local a la nube. El servicio posee entonces la capacidad de administrar las licencias a distancia. Esto hace que la transición a la nube sea mucho más fluida. Las licencias se obtienen de estas soluciones según las necesidades y su vigencia es limitada. Por lo tanto, en caso de clonación, solo se clona una pequeña franja horaria de la licencia, que es preciso entonces actualizar periódicamente. Una solicitud de actualización se concede o se deniega en función de los términos de la licencia y se convierte en parte del coste del  consumo verdadero de la licencia. Además, gracias a la capacidad de control a distancia, en el caso de delitos graves se puede revocar licencias en cuestión de minutos y así impedir que el software se siga usando. Las soluciones en la nube más nuevas también ofrecen modelos medidos, o sea de prepago o pospago, donde no es necesario bloquear nodos y en las que el cobro a los clientes se efectúa conforme al uso efectivo. En dichos escenarios, la cantidad de instancias clonadas no conduce a una merma en el cumplimiento, ya que siempre se informa del uso, que figura en el consumo total. Las soluciones modernas también facilitan a proveedores de software independientes y clientes la posibilidad de definir alertas y de seguir el uso del software en tiempo real. El objetivo es mejorar el acceso al software e informar sobre su uso, algo que puede mejorar el cumplimiento. Otras ventajas incluyen el acceso a datos analíticos para poder comprender mejor el uso del producto dentro de la empresa. Los proveedores de software independientes tienen además otra ventaja, en forma de generación de informes consolidados en toda su base de clientes. No sólo obtienen una información valiosa sobre el uso de productos y características, sino también reducen significativamente el coste de seguimiento y de imposición de cumplimiento a través de una plataforma central.